Este proyecto comenzó por iniciativa propia cuando estaba en el primer año de Arquitectura, en el taller Max Cetto.
En los tiempos entre clases comencé a notar que la gente acostumbraba juntarse a fumar afuera de los talleres, y que al no haber dónde depositar las colillas, todos las tiraban al piso y éstas se acumulaban en las ranuras entre las piedras del piso a lo largo de toda la facultad. Con esto en mente se me ocurrió crear un cenicero sencillo que se pudiera montar en los postes y que funcionara en conjunto con una botella estándar de PET para contener todas las colillas y poder tirarlas fácilmente al llenarse. Primero hice dos piezas y las instalé clandestinamente afuera del taller donde tomaba clases. Al principio la gente no les prestaba demasiada atención, pero poco a poco cada vez más personas comenzaron a usarlas y empezó a haber una notoria reducción en la cantidad de colillas que se acumulaban en las ranuras del piso. |
Al ver el éxito que tenían las piezas que instalé, decidí fabricar 10 piezas más y montarlas en toda la Facultad de Arquitectura de la UNAM. Con ésta segunda tanda, la comunidad no tardó en adoptar su uso, e incluso comenzaban a cambiar las botellas cuando se llenaban. Tras algunas semanas de uso, la diferencia de colillas en la Facultad fue radical, y no solo la gente las usaba sino que además las respetaba ya que mi mayor preocupación era que fueran vandalizadas o removidas. Aproveché también algunas piezas extra para instalarlas en mi unidad habitacional, donde igualmente fueron adoptadas por la comunidad fumadora, y sirvió para iniciar una vinculación con el gobierno de Tlalpan para instalar una serie en los alrededores del Centro de Tlalpan. |